jueves, 30 de abril de 2009

Tomaduras de Pelo


Esta mañana me ha sucedido algo curioso en el metro, que me ha hecho reflexionar sobre como nos movemos por el mundo. A primerísima hora de la mañana he cogido el metro en mi estación habitual, Santo Domingo, una estación pequeña y con poca afluencia. A la vez que yo, un hombre de unos 35 años, mal vestido y con mala pinta, bajaba las escaleras de acceso. He pasado por la taquilla, donde estaba el taquillero y la persona de seguridad al lado de las puertas rotativas. Tras acceder yo con mi ticket como creía era obligación, el señor que me precedia ha saltado alegremente delante de las narices de ambos trabajadores. Tras esto me he conducido por el pasillo solitario detras de él, por respeto y algo de miedo para que nos vamos a engañar. El señor ha entrado en los vagones, practicamente vacios, y ha ido pidiendo dinero de muy malas formas...hasta alcanzar el mio, el último del tren. Allí el señor, cuando las puertas se habian cerrado y nos disponiamos a proseguir el camino, ha decidido que quería salir, se ha puesto a gritar , ha tirado del freno de emergencia, y a abierto las puertas....el conductor, enfadado, ha salido para cerciorarse de que estaba todo bien. El resumen ha sido la perdida de 5 minutos, y el paso de una situacion desagradable durante 15. Y claro ante esto yo me indigno, porqué si yo supiera que el metro es gratuito no pagaba 48 euros todos los meses, sí el señor salta agilmente, y se lo permiten, porqué a mi no....mañana lo probaré. Pero claro , digo yo que dentro del precio desorbitante que me cobran por mi abono mensual vendrá incluido el tema de la seguridad. En fin lo que alcanzo a entender, al final de esta historia, es que somos borregos, nos toman el pelo, y del esfuerzo de algunos mantenemos a otros. Señores que como este, cierto es que no trabajan aunque son jovenes y aparentemente sanos, pero eso si tienen para emborracharse; hacen lo que les da la gana pues parece ser que no temen a ninguna autoridad, sino más bien al contrario, la autoridad les teme a ellos. En fin que asi a primera hora me ha parecido una buena tomadura de pelo...

miércoles, 8 de abril de 2009

Las Vacaciones y la Primavera


Las horas prevacacionales….



Es un sin vivir, esas horas previas a la escapada, huida incontenible de los ruidos, la monotonía, los atascos, la contaminación, los jaleos, de todo. Cuando tu cabeza sabe que tras esas horas todo se olvidará, y llegaras a un estado semiinconsciente de paz y tranquilidad. Se asemeja mucho a esas horas previas a abandonar un trabajo, en las cuales piensas que para que estas ahí, que porqué no te has ido ya, qué si quieren que te echen, total ya te vas a ir, esas que quisieras hacerle un corte de mangas al jefe petardo que te ha estado tocando las narices durante los meses de trabajo. Hoy es algo parecido pero sin corte de mangas al jefe, que el lunes hay que volver. Desde las navidades llevamos tres meses aletargados, al igual que los osos que salen por primavera, nosotros queremos escapar a ver las flores, chapotear en el agua, comer las cosas ricas de la naturaleza, en fin disfrutar de las horas libres. Tres meses largos, estresantes, fríos y lluviosos, aburridos, en resumen asquerosos, que hoy dan píe a un nuevo periodo, con luz, sol, tapitas, cañitas, sin abrigos y medias, pensando en el verano, paseando por los parques, disfrutando de muchas horas del día. Vamos que estos días nos encauzan a una nueva y mejor estación que augura mucha más felicidad en mi corazón, y en la de muchos otros, aunque imagino que no es la misma que le produce a los alérgicos. Mi más sentido pésame a estos últimos que se pierden entre lloros, mocos y legañas la mejor estación del año.

jueves, 2 de abril de 2009

ORIENTANDO LA MIRADA. (Sala de exposiciones del centro de Conde Duque)


Orientando la mirada.

Como la mayoría de las exposiciones que se realizan en nuestro país sobre arte oriental, y especialmente en la Comunidad de Madrid, la directora de este proyecto es, como no podía ser de otro modo García-Ormaechea. Ayer tuve la oportunidad de ver esta exposición en los espacios culturales del centro de Conde Duque. Una muestra que a grosso modo está pensada y proyectada para mostrarnos piezas orientales propiedad o en colecciones madrileñas. Visto así la propuesta es atractiva para aquellos que como yo somos amantes del arte asiático. Hace un breve repaso por el arte de arios siglos y de diversas regiones de Asia. Así encontramos tejidos bellísimos y exóticos, piezas de porcelana china venidas de la Compañía de Indias Orientales, Abanicos con animales y plantas selváticas, figuras rituales budistas, estampas japonesas, Representaciones cristianas aunadas al tema asiático en el campo iconográfico, objetos antropológicos del arte budista, entre otras muchas muestras de diversas índoles. El problema se plantea cuando llegas a la exposición, es decir al espacio expositivo puramente dicho. Las salas abovedadas tan bellas se convierten en cueva de lobos. La iluminación te hace verlo todo en penumbras, la señalética juega contigo al escondite, las piezas van descolocada, las salas mal distribuidas, los elementos dentro de las vitrinas mal iluminados pues ningún nivel de luxes parecía el adecuado, las explicaciones a los temas y nombres extranjeros brillaban por su ausencia, y finalmente todo estaba descontextualizado y había errores garrafales a la hora de citar ciertas cosas, o demasiadas cosas obviadas. En fin un quiero y no puedo….ningún texto adecuado, ninguna explicación algo útil, ni folleto, lo único reseñable las piezas. Así que ir a verla pero al menos leeros algo antes pues sino será como sino hubierais ido…