viernes, 2 de octubre de 2009

La lectura de un clásico: Fortunata Y Jacinta.




Durante este fin de semana pasado se planteó en la Mesa de Grandes Clásicos un tema llamativo para mi, como podemos hacer que un niño o adolescente se inicie en a lectura de los clásicos.
Yo pensé para mi que lo que deberíamos hacer es elegir bien los libros que les íbamos ha hacer llegar, seleccionando temas de aventuras o de gustos afines a ellos.

Hace quince días en un miniclub del foro comenzamos a leer Fortunata Y Jacinta, y aunque aun no lo he terminado, estoy a escasas 300 hojas, muchos pensamientos agolpan mi mente, se me plantean muchas cuestiones relacionadas con la pregunta anterior, y con el libro en sí mismo. La obra en sí es magnífica, de eso no cabe duda, ni os voy a descubrir la Atlántida. Pero hay miles de enfoques y de aspectos que deben ser reseñables al leer esta obra.
Por un lado la trama en sí, que no deja de ser una trama de embrollos amorosos, sociales y costumbristas. Chico conoce chica, y toda una historia entre medias, dicho así parece simplona la idea, pero eso es la hoja mas superficial del libro, bajo de ella crecen ramas, el tronco y miles de raíces que la hacen ser lo que es hoy, una obra clásica de nuestra literatura.

Ya he comentado en el foro muchos aspectos que me han resultado llamativos del libro, destacando sobre todo la caracterización de los personajes, tan resueltos y completos. Esos apodos maravillosos adecuados a sus personalidades. La crítica política, o simplemente la discusión política tan amena y avanzada a su tiempo, frases inconmensurables…cito una que ayer me dejó sorprendida por el concepto que encierra tan novedoso para su época:

El antiguo Testamento está basado en las Teogonías persas e indias....

Junto a esta posición política hay también un gran despliegue de tensión social, temas actuales y contemporáneos al autor, pero igualmente impactantes. De aquellos que más he podido aprender y sacar provecho es de su visión a las clases sociales. Esa continua diferencia social, remarcada por los diálogos, donde deja claro en varias ocasiones que el pueblo es pueblo, sin que en él quepa la posibilidad de cambio. O ese afán continuo que hace que Fortunata quiera ser decente u honrada como dice ella. Lo que me lleva a otro planteamiento, el de tema del trato a la posición de la mujer. Nos encontramos con dos mujeres marcadas por un hombre, de diferente modo, pues una parece gozar del amor de este y la otra de su compañía. Aunque en ambos casos de lo que gozan es de su egoísmo y mal hacer. Un hombre de los más desagradables que he encontrado en las novelas, pues la maldad de su corazón es tal que envuelve todo aquello que le rodea. Por un lado Jacinta, aparentemente una mujer de pueblo, pero de clase media, que medio enamorada o encandilada por el Delfín se deja hacer, sin dejar de ser consciente de que su marido es de manera vulgar, un pedazo de golfo. Y la pobre Fortunata que con su belleza se gana el corazón o las bajas pasiones de el Delfín, pero que por ello será sumamente desgraciada. No he llegado al final, pero espero que ambas mujeres encuentren su felicidad alejadas de él.
Por otro lado dicho tema es ya conocido por la historia universal, y por todos nosotros. Sin embargo mirándolo con ojos del siglo XXI espero que la mujer sea capaz de avanzar y no quedarse encerrada en esos sentimientos. Comprendo que en el siglo de Galdos, hasta esos mismos pensamientos de las dos protagonistas son bastante progresistas, no dejan de arrastrar ese lastre social y tradicional. Mi pregunta es: ¿seguimos llevando dicha carga?

Tras esta lectura personal de la obra, donde solo he transcrito la mitad de las cosas que medito al leerla,quiero terminar con otra cuestión que me ronda. ¿Se puede leer un clásico por leer?, ¿se puede leer un clásico simplemete por vicio?. Distraerte y concentrarte en la lectura sin mirar ningún otro aspecto. Yo creo que no. Quizás para el adolescente que se adentra en este mundo la lectura se queda triste, como ausente de fuerza. Lo que quiero decir es que Fortunata y Jacinta es un gran libro por qué lo traslado continuamente a la sociedad en que está escrito, porqué conozco la trayectoria de su autor, y valoro tantos aspectos porqué se encuentra contextualizado a ese momento, y traspasando las barreras de su margen histórico. Pero como un chaval de 14 años leerá todas esas cosas? Y aun así podría gustarle?

Y para rematar este comentario de texto gratuito, quiero citaros una frase que me ha impactado y que además me parece grandiosa por todo lo que encierra en sus palabras, nunca matar el tiempo se dijo de manera tan sublime:

Juan Pablo era un asesino implacable y reincidente del tiempo

3 comentarios:

Violeta J. dijo...

Esto es un comentario de texto y lo demás es tontería!!

Coincido contigo en casi todos los aspectos. He sido lectora de clásicos durante la adolescencia. Tenía tiempo, inquietudes, me gustaba comparar las diferentes épocas, autores, formas de narrar....

Ahora, quizas con más experiencia, lograría disfrutar el triple, pero se le agrega un factor importante: la falta de tiempo. Leo a saltos de mata, y no me puedo concentrar en una lectura de clásicos. Así que los tengo un poco olvidados.

Ole ese peazo de comentario, Laura!

Arwen_77 dijo...

Muy bueno tu comentario de texto Arte. Es cierto que este libro es mucho más rico que una simple historia de triángulo amoroso. Yo estoy por la tercera parte y enganchadísima.
Al igual que Violeta también lei clásicos de muy jovencita. Creo que los disfruté, pero no al 100%, de otra manera que ahora.

Arwen_77 dijo...

Muy bueno tu comentario de texto Arte. Es cierto que este libro es mucho más rico que una simple historia de triángulo amoroso. Yo estoy por la tercera parte y enganchadísima.
Al igual que Violeta también lei clásicos de muy jovencita. Creo que los disfruté, pero no al 100%, de otra manera que ahora.